DRENAJES QUIRÚRGICOS
Se entiende como drenaje quirúrgico, aquella maniobra operatoria que facilita la evacuación o expulsión liquida, semiliquida o gaseosa, situada en un tejido o cavidad hacia el exterior del organismo.
Este drenaje o evacuación se ve facilitado por la utilización de un tipo de material denominado dren o drenaje. De esta manera se evita acumulo en el organismo de sustancias tóxicas o nociva evitando el riesgo de infección, fenómenos compresivos o de éstasis local. Impiden, a su vez, la obliteración o cierre de espacios muertos que facilitaría el posterior acúmulo de secreciones o
colecciones (seromas, hematomas, etc).
TIPOS DE DRENAJES:
- Drenajes abiertos. Generalmente se usan para drenar pequeñas colecciones (sangre, pus, seromas) muy localizadas, estableciendo una solución de continuidad entre la cavidad y la superficie cutánea.
Desventajas:
- Pueden facilitar la infección “fuera-dentro”.
- Incapacidad para realizar la medición del drenaje del material que sale al exterior, ya que no asocia ningún procedimiento medible.
DRENAJE EN LAMINAS: Son láminas acanaladas, generalmente de
caucho, más duras que el penrose, pero con indicaciones similares.
DRENAJE CAPILAR: El empleo de gasa como método de drenaje ha sido frecuentemente utilizado ante colecciones superficiales en tejidos blandos muy localizados y de escaso volumen. La forma más frecuente de colocarlas consiste en tiras de gasa cubiertas por una compresa. Estas gasas deben cambiarse de forma frecuente para evitar la infección fuera-dentro.
TUBOS DE DRENAJE: Este sistema consiste en tubos que sirven para drenar colecciones espesas en grandes cavidades o heridas profundas. Están formados por silicona, caucho o polietileno con un diámetro que oscila entre los 3 y los 15 mm. El mecanismo de funcionamiento se basa en el drenaje por gravedad. El tubo en T de kehr es el más usado en la clínica.
2. Drenajes cerrados: Este tipo de drenaje se utiliza para evacuar colecciones de una forma rápida y eficaz, sobre planos de disección o en cavidades. Corresponden a drenajes rígidos de silicona o polivinilo conectados a sistemas de succión de diversos tipos. La presión que ejercen estos sistemas de drenaje, favorece el colapso de cavidades postquirúrgicas y la coaptación de tejidos vecinos a la vez que facilita el drenaje de cavidades anatómicas. De esta manera se dificulta el acúmulo de colecciones y la posibilidad de sobreinfección.
DRENAJE TIPO REDON: Constituido por un tubo rígido multiperforado que se conecta a un tubo de succión o vacío que posibilita la aspiración de colecciones. Presenta como inconveniente la posibilidad de que ante la presencia de hemorragias la sangre pueda coagularse en el interior del tubo de pequeño calibre.
Se exterioriza a través de una incisión diferente en la piel y se fija a la misma con un punto de sutura.
DRENAJE TIPO JACKSON PRATT: Formado por un catéter de silicona muy flexible, blando y con múltiples perforaciones. Es muy útil ante intervenciones donde se producen amplios despegamientos (cirugía de la mama), con grandes acúmulos de colecciones serohemáticas o exudados inflamatorios. La ventaja que posee, es que dada su naturaleza de catéter blando, el riesgo de
producir erosiones o perforaciones sobre tejidos próximos es menor.
3. DRENAJES ASPIRATIVOS: este tipo de dren requiere un sistema de succión lo suficientemente rígido como para no colapsarse por la presión negativa, manteniendo su luz intacta, pero debe ser lo suficientemente blando como para no lastimar al individuo. Es importante la fijación del dispositivo para evitar su desplazamiento, que puede hacerse mediante un punto de sutura con material no absorbible.
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